Sin duda la existencia de Internet ha favorecido de forma notable el comercio entre particulares que se encuentran a mucha distancia y el mundo de las motos clásicas no es ajeno a este fenómeno.
Hoy en día es bastante habitual entre los aficionados el comprar una moto antigua sin haberla visto en persona, guiándose unicamente por fotografías por las referencias que de ella nos da el vendedor. Las facilidades que nos dan los actuales medios para el transporte de motos y la posibilidad de mantener un contacto fluido entre comprador y vendedor que nos aportan las nuevas tecnologías hacen que este tipo de transacciones sean cada vez más habituales tanto para la compra de motos como, sobre todo, de repuestos y accesorios.
Hoy en día es bastante habitual entre los aficionados el comprar una moto antigua sin haberla visto en persona, guiándose unicamente por fotografías por las referencias que de ella nos da el vendedor. Las facilidades que nos dan los actuales medios para el transporte de motos y la posibilidad de mantener un contacto fluido entre comprador y vendedor que nos aportan las nuevas tecnologías hacen que este tipo de transacciones sean cada vez más habituales tanto para la compra de motos como, sobre todo, de repuestos y accesorios.
Aunque en muchas ocasiones la transacción se realiza según lo previsto, en los últimos tiempos, están aflorando varias prácticas que nos requieren estar alerta cuando compremos una moto o recambio a través de Internet. Los anuncios engañosos con el fin de atraer la atención del comprador, la oferta de piezas muy difíciles de encontrar a precios bajos o el envío de material diferente al que hemos encargado son algunas de las más comunes.
Esta situación comienza a preocupar a las páginas web que actúan como intermediarias, de hecho algunas como Tablon de Anuncios ya han comenzado a tomar medidas al respecto sugiriendo consejos para realizar una compraventa segura a través de Internet e incluso creando un sistema para filtrar los anuncios sopechosos.
Quizás la crisis en la que nos encontramos tenga algo que ver en todo esto y este fenómeno sea temporal, pero lo cierto es que, por si acaso, hemos de extremar las precauciones. No aceptar pagos por adelantado ni señales, exigir una factura si se trata de un profesional, solicitar los datos personales del vendedor, desconfiar de ofertas procedentes del extranjero o de motos o recambios a precio inusualmente bajos son algunos de las precauciones que podemos tomar para evitar ser engañados.
Y vosotros... ¿Qué opináis? ¿Tenéis alguna experiencia al respecto?
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